Algunas personas pueden entrar a una habitación y llamar la atención simplemente por la forma en que huelen.

Automáticamente asumes que es por la cantidad de perfume que usan.

Pero cuando lo intentas, el resultado puede ser un poco frustrante. De hecho, demasiado perfume puede incluso provocarte dolor de cabeza.

¿Qué estás haciendo mal? Puede ser cualquier cosa, desde el tipo de fragancia hasta cómo la has estado aplicando.

Recuerda siempre que cada perfume tiene una nota de salida, una nota de corazón y una nota de fondo.

Por ejemplo, Gharaam comienza con una hermosa combinación de azafrán y jazmín.

La mezcla se funde gradualmente en su corazón de ámbar y culmina con una mezcla de maderas cálidas. Antes de comprar una fragancia, es recomendable probarla, esperar a que todas las notas se impregnen y ver qué tal te sienta.

Aquí hay una lista de algunas cosas que podrías estar haciendo mal al rociar perfume:

1.Frotar en lugar de rociar

La fricción creada al frotar calienta la piel lo que produce enzimas naturales que trituran las notas y cambian la composición de sus notas altas, medias y bajas.

2. Mojarte la piel con el spray

¿Se te humedece la piel al aplicarte el perfume? Si es así, lo estás haciendo mal.

La distancia ideal que debes mantener al rociarte perfume es de 7 a 15 cm. Sin embargo, si lo mantienes demasiado lejos, puedes desperdiciar mucho perfume.

También recomendamos rociar directamente sobre la piel, ya que rociar sobre la ropa podría causar marcas de agua.

3. Rociar demasiado perfume

Lo que no debes hacer es excederte. La fragancia puede que te guste, pero si la usas en exceso, podrías incluso incomodar a los demás. Con un poco basta para crear un buen impacto. Puedes usar lociones, bakhoor, oud, aceites perfumados, etc., para que tu ritual de fragancias sea aún más especial.

Asegúrate de comenzar con las fragancias más pesadas primero y terminar con las más ligeras para que estas no se vean dominadas cuando las superpongas.

Tener la piel limpia, húmeda e hidratada también ayudará a que la fragancia se 'adhiera' a tu piel y dure más tiempo, sin necesidad de rociar demasiado.

4. Aplicar los aceites de perfume concentrados (attars) de forma diferente

Cuando uses aceites, debes aplicar suavemente unas gotas en los puntos de pulso.

Estas incluyen las zonas cerca de la clavícula, el ombligo, detrás de las orejas y algunas otras zonas. Aplicarlo en cualquier zona no serviría de nada.

5. Guardar tus perfumes en lugares equivocados

Asegúrate de no dejar tus perfumes en el coche ni en el baño. Deben conservarse a temperatura ambiente para que sus notas no se deterioren.

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